“Cada
nueva idea pasa por tres fases. Primera: es una locura, no me haga
perder el tiempo. Segunda: es posible, pero no vale la pena. Tercera:
¡ya dije desde el principio que era una buena idea!”
(Arthur C. Clarke, 1917-2008)
“Adán
y Eva disfrutaron, antes de ser expulsados del Paraíso, de un alto
estándar de vida sin trabajar. Luego de su expulsión, ellos y sus
sucesores fueron condenados a ganarse una existencia miserable,
trabajando de sol a sol. La historia del progreso tecnológico en los
últimos 200 años es esencialmente la historia de la especie humana
trabajando lenta y firmemente su camino de vuelta al Paraíso. ¿Qué
pasaría si es que de pronto nos encontráramos allí? Con todos los bienes
y servicios producidos sin trabajo, nadie tendría un trabajo
remunerado. Ser desempleado significa no recibir salario. Como
resultado, hasta que nuevas políticas de ingreso fueran formuladas para
adecuarse a las nuevas condiciones tecnológicas, todo el mundo moriría
de hambre en el Paraíso.”
(Wassily Leontief, 1905-1999)
"Hace
un millón de años, el hombre de las cavernas, sin herramienta alguna,
con su pequeño cerebro y sin más ayuda que la fuerza de su pequeño
cuerpo, consiguió alimentar a su mujer y a sus hijos, para que a través
de él la raza pudiera continuar. Vosotros, por otra parte, armados con
los medios de producción moderna, multiplicando la capacidad productiva
del hombre de las cavernas un millón de veces, sois incompetentes y
atolondrados, incapaces de salvaguardar para millones siquiera el mísero
trozo de pan para sostener su integridad física. Habéis dirigido mal el
mundo y os lo tendrán que quitar".
(Jack London, 1876-1916)
En diciembre de 2014, con Antoni Domènech, publicamos un avance de financiación
(Arcarons, Domènech, Raventós y Torrens, 2014) de una renta básica (RB)
mediante una reforma del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas
(IRPF) que motivó muchas reacciones. Hubo algunas críticas buenas y
muchas más de mediocres y malas. Pasados casi dos años, hemos dispuesto
de nuevos materiales y hemos ajustado y perfeccionado aquel avance de
proyecto de financiación, aprovechando las buenas críticas. La revista
de la Generalitat de Catalunya Nota d’Economia nos pidió un artículo para el número 103,
un monográfico dedicado a la pobreza. Debía de abordar los aspectos
fundamentales de la financiación de la RB, pero también se nos sugería
que tuviera un apartado dedicado a la filosofía política de
justificación normativa de la propuesta. Aceptamos el encargo y
aprovechamos para actualizar y pulir los aspectos fundamentales de aquel
avance de financiación. A continuación se ofrece la versión castellana,
notablemente ampliada, de aquel artículo. Hemos desarrollado con
detalle las respuestas a muchas críticas, nuevas algunas y muy viejas
las otras, que recibe tanto la propuesta de la RB como nuestro proyecto
de financiación. INTRODUCCIÓNLa
propuesta de la RB, una asignación monetaria incondicional a toda la
población, se discute en diferentes disciplinas académicas desde hace al
menos cuatro décadas. Pero desde hace aproximadamente sólo una ha
tenido una revitalización impresionante, pasando del ámbito académico al
social y político, como es evidente que ha sucedido en nuestra nación,
Cataluña, y en el Reino de España. También en muchas otras partes de
Europa y del mundo (Raventós y Wark, 2015). Esto es especialmente cierto
desde el inicio de la crisis económica, ahora ya hace casi diez años,
debido a las consecuencias que las políticas económicas, que
supuestamente tenían que hacerle frente, han tenido sobre la vida de la
inmensa mayoría de población no rica.
La RB, como cualquier
propuesta social que pretenda estar bien fundamentada, debe pasar dos
filtros y por este orden: 1) ¿se trata de una medida justa?, 2) ¿es
viable técnicamente? Sólo si se ha pasado el primer filtro tiene sentido
abordar el segundo. Nosotros aquí dedicaremos una parte el primer
filtro, y una segunda parte mucho más extensa al segundo.
LA JUSTIFICACIÓN DE LA RBLa
conveniencia, el posibilismo y la justicia de un instrumento como la RB
ha generado un importante debate entre las principales corrientes de la
justicia contemporánea: liberales y republicanos. Así como no existe un
consenso académico y político sobre el concepto de "sociedad justa",
tampoco existe sobre otros conceptos y realidades como "sociedad libre",
"sociedad democrática" o similares. En este artículo se justifica la RB
desde la perspectiva del republicanismo, que tiene tres variantes
fundamentales: el republicanismo histórico (que a su vez se divide en
democrático y oligárquico) y el neorepublicanismo académico (para una
ampliación: Raventós, 2007).
El liberalismo político nace en las
Cortes españolas de Cádiz (1812) y luego se difunde por el mundo
(Domènech, 2009: 7). Tiene, pues, sólo dos siglos de vida. El
liberalismo académico, por notable diferencia, es una amalgama en la que
pueden incluirse autores que políticamente se situarían muy a la
derecha, otros en el centro y, finalmente, otros a la izquierda más o
menos moderada. Según uno de los destacados liberales académicos, lo que
tienen en común todas estas variantes académicas es "una concepción que
prohíbe [para el Estado] toda jerarquía de las diversas concepciones de
la vida buena que puedan encontrarse en la sociedad" (Van Parijs, 1991:
244).
El republicanismo histórico tiene sus orígenes en la Atenas del siglo V antes de nuestra era.
[1]
Mientras la tradición republicana oligárquica sostiene que los no
propietarios deben ser excluidos de la ciudadanía, el republicanismo
democrático pone el énfasis en la necesidad de asegurar los medios para
que toda la ciudadanía sea materialmente independiente.
Ambas
corrientes comparten la perspectiva de que la "propiedad" (los medios de
existencia) es necesaria para alcanzar la libertad. Lo que diferencia
ambas formas reside en la forma de responder a la pregunta: ¿a quién
debe abarcar la libertad? O los que tienen propiedad, en el caso de la
variante oligárquica, o a toda la ciudadanía en el caso de la variante
democrática.
[2]El
neorepublicanismo académico, debido, entre otros, a Quentin Skinner,
J.G.A. Pocock y, quizás especialmente, a Philip Pettit, diluye la
relación entre propiedad y libertad republicana. También queda diluida
la relación entre democracia y propiedad. Pettit razona la libertad
republicana como un concepto disposicional, en contraste con la libertad
negativa liberal, que define la libertad exclusivamente como no
interferencia. La libertad republicana sería ausencia de dominación, de
interferencia arbitraria de otros particulares (o el Estado), y por
tanto reivindica la emancipación de esta subordinación. Se trata de una
diferencia fundamental ya que, para el republicanismo histórico, la
fuente fundamental de vulnerabilidad e interferibilidad arbitraria es la
ausencia de independencia material. Si se erradica la dependencia
material, entonces la "dominación" se diluye y se desinstitucionaliza, y
caen también bajo ella aspectos de las relaciones humanas que el
republicanismo histórico nunca habría considerado pertinentes
políticamente. Por ejemplo, el engaño podría ser una forma de
"dominación" en tanto que quien engaña interfiere arbitrariamente en la
vida del engañado.
No hay duda de que entre las obras de la época
clásica, como las de Aristóteles y Cicerón, y obras más recientes hay
diferencias importantes fruto de 25 siglos de evolución histórica. Ahora
bien, todos ellos comparten al menos dos convicciones:
1) Ser
libre significa no depender de otro para vivir y existir socialmente.
Quien depende de otro para poder vivir socialmente es por tanto
arbitrariamente interferible por otro, y por tanto no es libre. Quien no
tiene asegurado el "derecho a la existencia" por no tener propiedad no
es sujeto de derecho propio -
sui iuris-, vive a merced de
otros; y esto es así porque esta dependencia respecto a otro particular
lo convierte en un sujeto de derecho ajeno: un
alieni iuris, un "alienado".
2)
La libertad republicana puede llegar a muchos (democracia plebeya, como
defienden los republicanos democráticos) o a pocos (oligarquía
plutocrática, como defendieron los republicanos oligárquicos), pero
siempre está fundamentada en la propiedad y en la independencia material
que de ella se deriva. Y esta libertad no podría mantenerse si la
propiedad estuviera tan desigual y polarizadamente distribuida, que unos
pocos particulares pudieran desafiar la república e imponer su
concepción del bien público. Cuando la propiedad está muy desigual y
desproporcionadamente repartida (como hoy en 2016 donde una ínfima
minoría dispone de una riqueza enorme), poco espacio hay, si es que hay
alguno, para la libertad del resto, de los que están privados de esta
propiedad (Bertomeu, 2005; Bertomeu y Raventós, 2006).
La
independencia, la existencia material, la base autónoma (son expresiones
aquí perfectamente permutables) que confiere la propiedad es condición
indispensable para el ejercicio de la libertad. De ahí la idea sugerida
por parte de los defensores republicanos de la RB: "universalizar la
propiedad". Universalizar la propiedad debe entenderse de forma
metafórica. Universalizar la propiedad debe ser entendido aquí de forma
equivalente a garantizar a toda la población la existencia material
(Casassas y Raventós, 2007).
La instauración de una RB supondría
una independencia socioeconómica, una base autónoma de existencia mucho
mayor que la actual para buena parte de la ciudadanía, sobre todo para
los sectores más vulnerables y más dominados en las sociedades actuales
(buena parte los trabajadores asalariados, pobres en general, parados,
mujeres, etc.).
LA VIABILIDAD DE LA RBEsbozada
la justificación republicana de la RB para indicar que se trata de una
medida justa, que es el terreno de la filosofía política, ahora tenemos
que entrar en si es viable técnica y económica, que es el campo de la
política económica.
Hace menos de dos años publicamos un avance
de cómo se puede financiar una RB en el conjunto del Reino de España
dejando al margen la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) y Navarra, que no
entran dentro del llamado régimen fiscal común (Arcarons, Domènech,
Raventós y Torrens, 2014). A finales de 2013 realizamos un estudio de
financiación para Cataluña (Arcarons, Raventós y Torrens, 2014) y
algunos meses después para Guipúzcoa. En todos los casos, los estudios
ofrecían unos resultados similares y estaban basados en una reforma en
profundidad del actual impuesto sobre la renta de las personas físicas
(IRPF). El esbozo del estudio de financiación que a continuación se
explica, es un resumen de todas estas investigaciones previas.
La
RB que pretendemos financiar es una asignación monetaria incondicional a
toda la población: ciudadanía y residentes acreditados. Todo miembro de
la ciudadanía y toda persona residente acreditada recibiría esa
cantidad monetaria incondicionalmente.
Pretendemos que nuestra propuesta de financiación cumpla cuatro criterios:
1) Que la implementación de la RB se autofinancie, es decir, que no genere un déficit neto estructural.
2) Que su impacto distributivo sea muy progresivo.
3) Que más del 50 por ciento de la población con menos ingresos gane renta neta respecto a la situación actual.
4)
Que los tipos impositivos reales o efectivos tras la reforma del modelo
(es decir, una vez considerados no sólo los nuevos tipos nominales del
IRPF, sino también el efecto de la RB) no sean excesivamente elevados.
Además,
el modelo econométrico y el microsimulador que hemos diseñado para
analizar los resultados se sustenta en los siguientes criterios:
1)
La cantidad de RB transferida es igual o superior al umbral de riesgo
de pobreza. Garantiza pobreza cero en términos estadísticos para toda la
ciudadanía.
2) La RB transferida no está gravada por el IRPF.
3) La RB transferida sustituye toda prestación pública monetaria de cantidad inferior y hasta esa cantidad.
4) La RB transferida deberá ser complementada, cuando sea inferior a la prestación pública monetaria.
5)
La RB transferida no debe suponer la detracción de ningún otro ingreso
público por la vía del IRPF. O dicho a la inversa: el modelo deberá
financiar lo que ya se financia actualmente (sanidad, educación... y
todas las otras partidas de gasto público), además de la RB que se
propone..
La cantidad de RB para los mayores de 18 años es
de 7.471 euros anuales (622,5 euros mensuales), para los menores de
edad es el 20% de la anterior (124,5 euros mensuales). Los 622,5 euros
mensuales era el umbral de riesgo de pobreza del Reino de España para el
año 2010, sin tener en cuenta Navarra y la CAV (si fueran incluidas,
elevarían ligeramente el mencionado importe debido a que estas
comunidades tienen una renta más alta que la media). Entendemos que el
año 2010 es especialmente indicado: representa un momento en que la
situación económica ya alcanzaba un grado de degradación muy elevado.
Cabe añadir que aunque no fue el momento más grave de la crisis, ya que
la producción siguió cayendo hasta mediados del 2013, la recuperación
posterior hace que los niveles de producción de los últimos trimestres
estén ya en valores reales 2 puntos por encima de los del 2010 (no así
los de consumo de los hogares, que están 1,5 puntos por debajo, aunque
con un decrecimiento de la población del 0,9 %) por lo que la capacidad
de redistribuir recursos para la RB estimamos que es hoy similar o
ligeramente superior a la del 2010.
Como hemos apuntado más
arriba, la RB "sustituye toda prestación pública monetaria de cantidad
inferior" y "deberá ser complementada cuando sea inferior a la
prestación pública monetaria". El dinero que la administración pública
no debería pagar con nuestra propuesta representa la parte de ahorro que
debe ser cuidadosamente contabilizada, tal como se detalla en el
cuadro 1.
Los resultados que explicamos a continuación están
basados en una muestra de casi dos millones de liquidaciones o
perceptores de rentas del trabajo o asimiladas no declarantes pero
retenidas por el IRPF del año 2010. Esta muestra es una representación
estadísticamente significativa del conjunto de declaraciones del IRPF
del Reino de España, con la excepción mencionada de Navarra y la CAV,
tanto por las personas comprendidas como por los territorios incluidos y
de las rentas del trabajo superiores a los 10.000 euros que no han
hecho declaración. Los datos de esta muestra han sido cedidos por el
Instituto de Estudios Fiscales (IEF) y la Agencia Estatal de la
Administración Tributaria (AEAT).
Cuadro 1: Ahorros
Tipo de prestación o subsidio |
Importe
|
Subsidios y ayudas a la familia |
3.661,68
|
Subsidios y ayudas a la vivienda |
2.164,76
|
Subsidios de exclusión social |
1.957,84
|
Pensiones |
54.023,56
|
Prestaciones de desempleo |
21.405,84
|
Becas |
1.917,07
|
Clases pasivas del Estado |
3.815,71
|
Reservistas sin destino (FFAA y FCSE) |
258,95
|
Sacerdotes |
126,5
|
Reclusos |
533,57
|
50% de gastos administrativos |
2.356,81
|
Total
|
92.222,29
|
Fuente:
Elaboración propia con datos de Eurostat, INE, Eustat, I. Estadístico
de Navarra, Ministerio de Educación, Ministerio de Hacienda, MUFACE,
Ministerio de Defensa,
Ministerio del Interior, Conferencia Episcopal, Ministerio del Trabajo (TGSS y SPEE).
Importe: millones de euros
Para
financiar la RB con las cantidades mencionadas, se ha trabajado
separando a la población en dos grandes grupos, a efectos únicamente
expositivos, lo que nos permitirá explicar las fuentes de financiación:
la población incluida en la muestra del IRPF (en adelante P-IRPF) y la
que no lo está (P-No IRPF). En el primer grupo se incluyen todas
aquellas personas que declaran IRPF o que, sin tener la obligación de
hacerlo, han percibido cantidades por sus rentas por el trabajo
superiores a 10.000 euros, y las que deben incluirse en estas
declaraciones como población dependiente (menores, ascendientes...). El
segundo grupo está compuesto por todas aquellas personas que no están en
el anterior grupo. La suma de ambos es el total de personas
empadronadas en el Reino de España menos Navarra y la CAV. Incluimos el
total de la población empadronada, sin poner ningún período de
residencia mínima (hay que tener en cuenta que desde la crisis la cifra
de inmigrantes procedentes del extranjero se ha mantenido, excepto en el
año 2013, por encima de los 300.000 individuos anuales).
Analicemos
la financiación de la RB para P-No IRPF, el caso más sencillo;
alrededor de 9 millones y medio de personas. Este grupo está al margen
del modelo de microsimulación, pero evidentemente recibe la RB como el
resto de la población. Además, salvo algunas excepciones, debe suponerse
que estamos hablando precisamente de la parte de la ciudadanía y
residentes acreditados con menores recursos y, en consecuencia, la que
más perentoriamente necesita la RB.
Cuadro 2: Coste y financiación de la RB para P-No IRPF
RB adultos = 7.471 RB menores = 1.494,2 euros |
INE (personas)
|
P-IRPF (personas)
|
P-No IRPF (personas)
|
Importe
|
Población menor 18 años |
7.819.887
|
6.515.781
|
1.304.106
|
1.948,59
|
Población adulta |
35.926.543
|
27.774.210
|
8.152.333
|
60.906,08
|
Total |
43.746.430
|
34.289.991
|
9.456.439
|
62.854,67
|
Ahorro por prestaciones suprimidas
|
92.222,29
|
Coste total RB para P-No IRPF
|
-62.854,67
|
Remanente
|
29.367,62
|
Fuente: INE, AEAT y elaboración propia. Importe: millones de euros
Este
importe de 62.854,7 millones de euros se consigue a través del ahorro
de 92.222,3 millones detallados en el cuadro 1 y genera un remanente de
29.367,62 millones de euros que se podrá incorporar a la financiación de
la RB para P-IRPF.
Vamos ahora a P-IRPF, es decir, algo más de 34 millones de personas que deben recibir la RB.
Cuadro 3: Coste y objectivo de financiación de la RB para P-IRPF
RB adultos = 7.471 euros RB menores = 1.494,2 euros |
P-IRPF (personas)
|
Importe
|
Población menor 18 años |
6.515.781
|
9.735,88
|
Población adulta |
27.774.210
|
207.501,12
|
Total |
34.289.991
|
217.237,01
|
Cuota recaudada por el IRPF actual
|
67.807,53
|
Coste total RB para P-IRPF
|
217.237,01
|
Objetivo de financiación
|
285.044,53
|
Fuente: INE, AEAT y elaboración propia. Importe: millones de euros
Este
importe de 285.044,53 millones de euros, que incluye la recaudación del
IRPF actual, que es la manera de garantizar la quinta característica
antes apuntada del modelo de financiación, se consigue a través de una
reforma del IRPF; y aquí es donde entra propiamente a operar el
microsimulador.
La muestra de declaraciones del IRPF que alimenta este microsimulador tiene las siguientes características.
1)
Es una muestra individualizada y estratificada de casi dos millones de
declaraciones representativa de las más de 19 millones de personas que
declararon IRPF y de los 2,7 millones perceptores de rentas del trabajo
por encima de 10.000 euros que no están explícitamente obligados a
declarar, de todo el Reino de España con las excepciones apuntadas al
principio de la CAV y Navarra.
2) Contiene las principales
variables y magnitudes que permiten una imputación prácticamente
exhaustiva de los rendimientos económicos que deben declararse en el
impuesto: trabajo, capital mobiliario, inmobiliario, actividades
económicas, ganancias y pérdidas patrimoniales. Lo que permite obtener,
por agregación, una correcta aproximación a la renta del declarante.
3)
Permite identificar las características socio-familiares de los
declarantes: edad, estado civil, descendientes y ascendientes; elevando a
más de 34 millones de personas, la población analizada, lo que llamamos
P-IRPF.
Por otra parte, la reforma que proponemos en el IRPF para financiar la RB, puede resumirse de la siguiente manera:
1) Integración de la base del ahorro en la base general.
2) Eliminación de la compensación entre rendimientos.
3) Eliminación de los mínimos personales y por circunstancias familiares.
4) Eliminación de las reducciones sobre la base imponible y de las deducciones sobre la cuota.
5) Tipo único impositivo sobre todas las rentas excepto la RB que no está grabada.
Y
por último, debemos referirnos a dos fuentes de financiación externa
que deberá tener presente el modelo econométrico y el microsimulador en
el cálculo de la financiación (cuadro 4). La primera ya está explicada
más arriba (cuadro 2) y la segunda corresponde a las rentas del trabajo
que si bien no están representadas en la muestra por su baja cuantía
individual (menos de 10.000 euros en 2010) sí deben estar gravadas al
tipo único pues se eliminan las mínimos exentos. Según la AEAT las
retribuciones de los asalariados, pensionistas y parados del llamado
territorio fiscal común ascendieron en 2010 a 474.709 millones de euros.
Estas retribuciones en la estadística oficial del IRPF, coincidentes
con la muestra que hemos utilizado, cubren 430.530,9 millones de euros
del total anterior. La diferencia de 44.178,1 millones de euros
proporcionará una financiación adicional de 21.734,6 millones de euros,
como consecuencia de aplicar el tipo único resultante del proceso de
simulación.
Cuadro 4: Financiación externa
Concepto |
Importe
|
Remanente de P-IRPF |
29.367,62
|
Financiación externa por Rendimientos del trabajo retenidos |
21.656,09
|
Total |
51.023,71
|
Fuente: AEAT y elaboración propia. Importe: millones de euros
Los
resultados muy resumidos de nuestro estudio de financiación a partir de
las especificaciones mencionadas, se pueden esquematizar de la
siguiente manera
[3]:
•
Es posible financiar una RB para todas las personas adultas que residen
en el Reino de España de 7.471 euros al año, y de 1.494,2 euros al año
para los menores de edad, aplicando los parámetros de reforma señalados
anteriormente en la masa de rendimientos que se declaran en el IRPF,
grabándolos con un tipo único del 49% y contando con la financiación
externa que se concreta en el cuadro 4.
• La gran mayoría de
P-IRPF saldría ganando respecto a la situación actual. Sólo los deciles
superiores perderían con la reforma propuesta. Un porcentaje superior al
80% de la población total saldría ganando con la reforma (ver cuadro 5)
porque todo el conjunto de P-No IRPF es ganador también. El 20% más
rico sería la parte de la población que saldría perdiendo. Quien
realmente ganaría más de forma proporcional sería quien no tiene nada
absolutamente: 7.471 euros anuales de RB que no quedarían sujetos al
IRPF. Así que la reforma propuesta significa una gran redistribución de
la renta de los sectores más ricos en el resto de la población. Es
decir, lo contrario de lo que se ha producido a lo largo de las últimas
décadas, especialmente en los últimos años.
Cuadro 5: Ganadores y perdedores
•
Hay que insistir que la financiación de esta propuesta de RB se
concreta mediante una gran redistribución de la renta, no mediante
creación de masa monetaria ni deuda. Se produce transferencia de renta
de los ricos al resto de la población, como acabamos de detallar. El
efecto más visual de esto es que se consigue una drástica reducción de
la desigualdad de renta: el índice de Gini disminuye más de 11 puntos,
situándose en un nivel muy similar al de los países escandinavos.
[4]Algunos
comentarios sobre el tipo único deben añadirse. Combinado con una RB,
un tipo único no sólo es progresivo, sino elevadamente progresivo,
aunque algunos de nuestros críticos ni lo hayan entendido ni, triste es
decirlo, parece que lo vayan a entender nunca.
[5]
La explicación es más que sencilla: cuando la RB representa una parte
porcentualmente importante de la totalidad de ingresos recibidos, el
tipo efectivo se distancia mucho del nominal. Si, por el contrario, la
RB es un porcentaje reducido de estos ingresos, el tipo efectivo y el
nominal serán muy parecidos. En el primer caso estamos hablando de
población con niveles de renta globales muy bajos, en el segundo de muy
altos. Por ejemplo, el 49% resultante de nuestra propuesta se convierte
en un -209,2% para el primer decil más pobre de declarantes: es decir,
reciben más por RB de lo que tienen que pagar por IRPF, al representar
la RB una gran parte de su renta. En cambio, para el noveno decil, una
parte de la población obviamente mucho más rica que la anterior, ya es
del 24,3%. Esto se puede ver más específicamente en los gráfico 1 y el
cuadro 6 (hemos dividido además el último decil en tres tramos).
Gráfico 1
Fuente: elaboración propia. Microsimulador RB.Cuadro 6: Tipos efectivos
Decilas de Renta
|
Cuota sin RB s/Renta bruta
|
Cuota con RB s/Renta bruta
|
10%
|
0,15%
|
-209,23%
|
20%
|
0,35%
|
-59,43%
|
30%
|
0,86%
|
-36,77%
|
40%
|
3,28%
|
-19,95%
|
50%
|
6,04%
|
-9,38%
|
60%
|
7,86%
|
-1,72%
|
70%
|
9,84%
|
6,23%
|
80%
|
12,53%
|
15,56%
|
90%
|
15,29%
|
24,32%
|
95%
|
18,38%
|
29,98%
|
98%
|
22,07%
|
35,02%
|
100%
|
28,03%
|
42,56%
|
Fuente: elaboración propia. Microsimulador RB
Esta
redistribución de la renta ¿es excesiva y confiscatoria? Las cantidades
transferidas de los perdedores en el cómputo neto a los ganadores suman
34.282,6 millones de euros, lo que sería equivalente al incremento de
presión fiscal que sufrirían estos últimos. Esta cantidad representa el
3,4% del PIB, una cifra absolutamente razonable, muy por debajo de los
siete u ocho puntos de menor presión fiscal que tiene el Reino de España
frente a la media de la UE. Por otra parte, conseguir que todos los
perdedores se situaran únicamente en las dos últimas decilas, que según
los datos que hemos manejado son declarantes cuyos rendimientos superen
los 31.500 euros brutos anuales (véase cuadro 7), supondría un coste
compensatorio adicional de 6.272 millones de euros (el 0,6% del PIB). Y
podría efectuarse a través de un mecanismo compensatorio integrado en el
propio IRPF que garantizara que, en tales casos, la nueva situación en
IRPF y RB no les perjudicara respecto a la anterior sin RB.
Cuadro 7: Límites y media de la situación por decilas
Decilas de Renta |
Hasta
| Media |
10%
|
6.748
|
3.231
|
20%
|
10.153
|
8.673
|
30%
|
12.434
|
11.278
|
40%
|
14.825
|
13.617
|
50%
|
17.426
|
16.080
|
60%
|
20.626
|
18.968
|
70%
|
25.076
|
22.711
|
80%
|
31.561
|
28.130
|
90%
|
41.982
|
36.163
|
95%
|
55.282
|
47.496
|
98%
|
78.622
|
64.635
|
100%
|
119.657.239
|
141.715
|
Fuente: Elaboración propia. Microsimulador RB
Ya
hemos escrito más arriba que el microsimulador permite aproximar otras
alternativas de financiación. Por ejemplo, se podrían aplicar tres
tramos de imposición crecientes que hicieran más visual la progresividad
del impuesto. O se podría utilizar para aproximar el criterio de la
OCDE modificado para calcular el umbral de riesgo de pobreza en función
del tamaño del hogar (7.471 euros para el primer adulto del hogar, el
50% para los demás adultos y el 30% para el menores de 14 años). No debe
interpretarse esta RB por hogar como un cálculo por familia (y los
consiguientes riesgos de que acabe siendo acaparada por el cabeza de
familia masculino), sino de que se entrega un renta individualizada a
cada miembro y además se distribuye de manera proporcional entre los
adultos un complemento único por hogar (este método reconoce que hay
necesidades fijas que no crecen de manera significativa con el tamaño de
la familia). En este caso, el tipo único que financiaría la RB sería
del 39,5%, por debajo de los tipos marginales máximos del actual IRPF, y
la transferencia de los declarantes ricos a la población más pobre
sería de unos 20.000 millones de euros, el 2% del PIB.
Y no hemos
tenido en cuenta en la financiación ni la posibilidad de introducir
nuevos impuestos o modificar los existentes, ni el fraude, elusión o
evasión fiscales existentes (véase cuadro 7 y la respuesta a algunas
críticas que formulamos más adelante).
[6]
Y no lo hemos hecho para que no forma parte de la crítica fácil, a la
que algunos parecen tener una afición particular a falta de mejores
razones, según la cual contamos con dinero hipotético para nuestro
proyecto de financiación de una RB que sólo se conseguiría con una lucha
decidida contra esta lacra. No hay duda de que somos firmes partidarios
de una lucha sin concesiones contra el gran fraude fiscal. Y que un
éxito en esta lucha conllevaría muchas más posibilidades de aportar más
fondos para la financiación de la RB (con la consecuente rebaja del tipo
único del 49% resultante) y para apuntalar servicios que deben ser
incrementados como la sanidad y la educación públicas. Todavía hay
margen para ello y para reducir el déficit.
ALTERNATIVAS Y CONCLUSIONES
En
el apartado precedente hemos expuesto y resumido los principales
elementos que permiten demostrar que garantizar la existencia material
de la población mediante una RB es algo perfectamente posible.
Actualmente
los gobernantes del Reino de España y, por supuesto, los del conjunto
de la Unión Europea, tienen otros objetivos de política económica. Las
opciones experimentadas a lo largo de las últimas décadas por los
responsables políticos, antes y durante la crisis económica, han
reconfigurado políticamente los mercados -particularmente los llamados
mercados laboral y crediticio, en plena descomposición acelerada- de
forma muy lesiva para las condiciones materiales de la población
trabajadora, y en general, de los estratos sociales por debajo de la
cúpula de los muy ricos. Las políticas económicas practicadas están en
el extremo opuesto de lo que aquí se sugiere con esta propuesta de
financiación de la RB. Porque la RB sería un claro componente de una
política económica que, para seguir utilizando los mismos términos,
garantizaría la existencia material de toda la población y apostaría, en
consecuencia y por una vez, por la población no estrictamente rica.
Una
RB como la que proponemos supondría un cambio muy importante en algunos
aspectos decisivos del funcionamiento actual de la economía.
Una
de las características fundamentales del funcionamiento económico
dentro de la zona UE (y de otras geoeconomías políticas, claro, pero nos
centramos en este área por motivos bastante obvios) es, de momento, la
elevada capacidad del capital para disciplinar a la población
trabajadora. El factor principal de esta capacidad disciplinaria es la
existencia de una gran parte de población que debe trabajar para tener
ingresos... que está precisamente sin empleo. Cuando la posibilidad de
despido se convierte en algo cada vez más frecuente en una situación de
crisis, la población trabajadora está más dispuesta a aceptar
condiciones laborales peores. La RB representaría una herramienta muy
poderosa para debilitar esta capacidad disciplinadora del capital.
Creemos que, aunque pueda resultar muy paradójico, muchos sindicatos
(con algunas ejemplares excepciones, entre las que cabe destacar: ESK en
la CAV y Navarra, Unite, el principal sindicato británico y algunos
importantes líderes de la principal federación de sindicatos
norteamericanos AFL-CIO, entre otros) no han entendido la enorme
capacidad de la RB para debilitar la disciplina que el capital puede
imponer -e impone- en una situación de enorme desempleo. Entre otras
razones por el incremento del poder de negociación que supondría para la
clase trabajadora una RB. Quizás cuando empiecen a reflexionar
seriamente sobre ello, si alguna vez lo hacen, algunos sindicatos ya
formarán parte más del pasado que de cualquier futuro esperanzador para
nuestra especie.
Otro rasgo característico de la situación en la
UE es la evidente inapetencia de los capitales para realizar su función
de inversión. No sólo en la economía productiva de bienes tangibles.
Tampoco la inversión especulativa se ve demasiado animada (por supuesto,
en comparación con el período anterior a 2007). Stuart Holland ha
calculado que en la Zona Euro hay unos 3 billones de euros (¡tres veces
el PIB del Reino de España!) de dinero ocioso que prefiere, por ejemplo,
refugiarse en la compra de una deuda pública que apenas ofrece
rendimientos fijos positivos, que invertir en la producción real de
bienes y servicios tangibles.
Hemos hecho, en otras ocasiones,
(ver, por ejemplo, Arcarons, Raventós, Torrens, 2015a y 2015b) la
crítica de las supuestas alternativas no austeritarias a una RB.
[7]
Respecto a los subsidios condicionados actualmente vigentes debemos
decir que han mostrado muy poca capacidad y tremendas limitaciones para
hacer frente a la magnitud del problema que pretenden resolver. Aunque
se pueden señalar más, apuntamos sus dos grandes problemas principales:
las trampas de la pobreza y la precariedad y el no acceso a las ayudas
para un porcentaje muy significativo de los potenciales beneficiarios
por no ser asignaciones universales. Se considera por parte de muchos
académicos y por aún más políticos, que la "solución" a las inmensas
bolsas de pobreza y precariedad es la misma que hace 3, 4 ó 5 décadas:
subsidios condicionados para paliar el paro y la pobreza. Una
incapacidad aterradora de comprender la nueva realidad. Como si pudiera
ser una opción retroceder en el tiempo.
En la bibliografía que
adjuntamos hemos desarrollado las respuestas a las críticas habituales a
la RB: "la gente no trabajaría", "se dispararían los precios", "es
mejor el pleno empleo", "son mejores los subsidios dirigidos a los
pobres" y muchos otros. Aquí nos limitaremos a hacer un breve resumen de
las críticas (y respuestas) más repetidas.
Sobre que la "gente
no trabajaría". Entre los que hacen esta crítica hay al menos una
confusión habitual: los que piensan que trabajo remunerado o empleo son
equivalentes y abarcan todo el trabajo (Raventós y Wark, 2016). El
trabajo remunerado es un subconjunto del trabajo. El trabajo remunerado
es una forma de trabajo. Existen al menos otras dos formas: 1) trabajo
doméstico o reproductivo y 2) trabajo voluntario. Hay personas que
reciben alguna remuneración pública o privada por su trabajo y no sólo
no hacen nada útil, sino que realizan actividades socialmente perversas,
pero no es este punto el que queremos destacar aquí. Pero si la crítica
se reduce a que la gente no trabajaría remuneradamente (variante que
desinfla la crítica muchas atmósferas porque una cosa es no trabajar y
la otra no trabajar remuneradamente), nuestra respuesta va en la
siguiente dirección: se suele criticar la RB teniendo en la cabeza los
subsidios condicionados. Los subsidios condicionados sufren de lo que se
conoce como "trampa de la pobreza". Esta trampa aparece como
consecuencia del sistema de incentivos y penalizaciones que ofrecen los
subsidios condicionados. Dado que las cantidades monetarias de los
subsidios condicionados no pueden acumularse al sueldo (o no de una
manera significativa), no hay el menor estímulo para aceptar empleos a
tiempo parcial o de cualquier remuneración. Desde un punto de vista
técnico, la trampa de la pobreza puede expresarse haciendo la
equivalencia de que el tipo impositivo marginal que se aplica es en
muchos casos de hasta el 100%, es decir, se pierde una unidad monetaria
de prestación por cada unidad monetaria de ingreso salarial que se pueda
obtener, o incluso superior si se incurren en costes de transporte o de
manutención fuera del hogar para ir al lugar de trabajo. La trampa de
la pobreza aparece cuando para percibir los beneficios, fiscales o de
otro tipo, es condición que se verifique, por parte de las autoridades,
la suficiencia de los ingresos recibidos en el mercado laboral. Nada de
esto sucede con la RB por su carácter de incondicional.
[8]
Por el contrario, análisis de modelos econométricos y diversas
experiencias piloto demuestran que la RB incrementa o no disminuye
significativamente la oferta de trabajo y mejora otros aspectos
sociales.
[9]Del
mismo modo se habla de la trampa de la precariedad, la que aparece
cuando la concesión de un subsidio condicionado se retrasa en el tiempo
desde que se tiene derecho. Esta situación desincentiva aceptar trabajos
temporales, de corta duración, pues en el cómputo global la suma de las
prestaciones sociales es mayor que la suma de prestaciones, sueldos y
períodos de carencia de por medio.
Sobre que "se dispararían los
precios". En primer lugar, ya hemos dejado apuntado que la financiación
de esta propuesta de RB se concreta mediante una gran redistribución de
la renta, no mediante creación de masa monetaria. Además, para hacer una
crítica cuidadosa, habría que distinguir una situación económica como
la actual (más deflacionaria que no inflacionaria pese a los denodados
esfuerzos del BCE), de la de una situación económica "normal". Por
imposibilidad empírica de mostrar si la situación "normal" se dará antes
de 20 años, más racional será dejar aparcada esta hipótesis de futuro.
Vamos a la situación económica actual. Una medida económica que creara
un cierto aumento de la demanda (y la RB crearía un pequeño incremento
de la demanda de bienes de primera necesidad) en una situación como la
actual, no hace falta decir que tendría efectos positivos. Hacer
equivaler un aumento de la demanda con una presión inflacionaria, al
margen de la coyuntura económica, no es correcto. Innecesario es
recordar que hay mecanismos de política monetaria que pueden compensar
determinadas tensiones inflacionistas.
Sí creemos más probable
que una RB ayude a emanciparse a los jóvenes y presione al alza el
mercado de la vivienda, pero no podemos decir que emanciparse antes en
nuestro país sea un mal paso, al contrario, lo que se necesita son
políticas públicas de vivienda social que complementen la RB. La RB es
una formidable palanca para la emancipación en muchas dimensiones: de
los jóvenes, de las mujeres dependientes, de los emprendedores, actúa de
caja de resistencia e incrementa la capacidad de negarse a aceptar
cualquier trabajo precario, y elimina las exclusiones financieras y a la
vivienda, entre otras.
"Es mejor el pleno empleo". Esto suena a
la repetición de viejos esquemas como si el mundo fuera igual ahora no
ya que antes de la crisis sino igual al de hace más de cinco décadas:
frente a la RB hay que conseguir el pleno empleo. Esto es fe, no
racionalidad. Sí, fe: creer sin la menor prueba empírica. El pleno
empleo puede ser un loable objetivo. Pero el pleno empleo puede hacerse
en condiciones semiesclavas de trabajo remunerado (“más vale cualquier
empleo que no estar en el paro”, escuchamos a menudo entre los patronos y
políticos de amplio espectro) o en condiciones que, para abreviar,
llamaremos dignas: jornadas laborales más cortas, salarios decentes...
Nadie está pensando seriamente en plena ocupación (nos atrevemos a decir
que en ninguna de las dos variantes) en los próximos 10 ó 15 años. Por
lo tanto, resulta grotesco oponer un objetivo como el pleno empleo a la
RB que es una propuesta inmediata para garantizar la existencia material
de toda la población. Hay que recordar que el Reino de España es el
Estado de toda la OCDE con más años, de 1978 a 2016, con una tasa de
paro superior al 15%: 26 para ser precisos. El segundo es Irlanda y a
mucha distancia: 10 años. La opción neoliberal para solucionar esta
disfunción es bajar más los sueldos, y abaratar más el despido para
favorecer la contratación empresarial (es decir, ponerse a competir en
sueldos con los países menos desarrollados y contra los robots o
algoritmos) y simultáneamente reducir los subsidios de desempleo y
empujar a los desempleados a aceptar cualquier trabajo (las cada vez más
extremistas políticas de ayudas condicionadas o
workfare). A
veces, un poco de empiria es suficiente para dejar los prejuicios
irracionales en el triste lugar que les corresponde. De hecho la RB se
complementaría de manera muy racional con políticas de reparto del
tiempo y de los puestos de trabajo remunerado
[10] y en las simulaciones alternativas de nuestro modelo se demuestra que incrementaría el porcentaje de la población ganadora.
"Nos
invadirían los inmigrantes". Una constatación y una reflexión. En
primer lugar la única comunidad autónoma que no ha experimentado
inmigración significativa en las últimas décadas es la CAV, a pesar de
tener, como comentaremos más adelante, el mejor programa de subsidios
del Reino. Y esto nos lleva a la reflexión: los inmigrantes se mueven
por efecto "patada" de su lugar de origen, no por efecto llamada. Y en
todo caso, siempre se pueden fijar períodos de carencia (como ya se hace
con otras ayudas monetarias o con prestaciones en especie) para acceder
a la RB.
“No es sostenible políticamente porque la clase
trabajadora no quiere que haya un colectivo de gente que viva del
subsidio pagado por todos”. Esta es una de las opiniones más ruines. En
primer lugar porque ya existe una clase, la del 1% más rico, que vive a
costa de los trabajadores, mediante el cobro de rentas obtenidas por sus
inversiones financieras ya sean productivas o especulativas (¿o es que
incrementar el precio de los alquileres de las viviendas un 15% en la
ciudad de Barcelona es una actividad productiva?). En segundo lugar
presupone que los 4,5 millones de parados actuales, más los 2 millones
que trabajan a tiempo parcial, más el millón de personas que no buscan
empleo activamente según la EPA pero quisieran trabajar, más los 22
millones de mujeres que trabajan 55.000 horas de trabajo reproductivo de
más que los hombres a lo largo de su vida (30 años de trabajo a tiempo
completo) sin cobrar... todos estos millones de personas son unos vagos.
¿Alguien en su sano juicio y después de una reflexión puede pensar que
esta vagancia está generalizada? O, en claro contraste, es más
razonable constatar que solo se da en algunos casos concretos, muchas
veces debidos a circunstancias personales, culturales o de salud, y que
el coste es infinitamente inferior al de los verdaderos parásitos del
sistema que eluden pagar sus impuestos y extraen rentas continuamente de
los más pobres a través de intereses, dividendos y rentas del capital?
Sistemáticamente cuando se pregunta a la gente o cuando se analizan los
comportamientos de los rentistas sobrevenidos (como a los que les toca
la lotería en forma de renta vitalicia) la respuesta es que con una RB
los demás dejarían de trabajar… pero ellos no.
Económicamente no
hay discusión. Nuestra propuesta, con algún retoque o variante, puede
garantizar que el 80% de la población salga ganando, o sea existe una
clara mayoría electoral que, si nos ciñéramos exclusivamente a un
aspecto pecuniario y dejando de lado valores más altruistas como la
eliminación de la pobreza y reducción de la desigualdad, votaría a
favor. Y en la versión de cálculo con umbrales de pobreza OCDE, el tipo
impositivo es inferior al actual tipo máximo marginal, por lo que
incluso los ricos podrían tener motivos para votarla, o en cualquier
caso una vez implantada no podrían quejarse de que sus incentivos a
trabajar han disminuido.
Y para acabar este punto, fijémonos en
esta frase de hace escasos días llegada a los servicios sociales del
ayuntamiento de Barcelona que está entregando una ayuda de 100 euros
mensuales por menor de 0-16 años a las familias de la ciudad por debajo
del umbral de riesgo de pobreza (casi 20.000 menores del total de
225.000 de su grupo de edad) para gastarse en bienes de primera
necesidad:
“El jueves 27 de octubre llamó XXXXX, que trabaja
en la gran superficie YYYYY. Comenta que todas las cajeras están hartas
de ver como las tarjetas de Barcelona Solidaria se utilizan para todo:
maquillaje, colonias de marca, alcohol, televisiones de grandes
dimensiones, para todo menos para comer e higiene. La mayoría gana 800
euros al mes, no pueden acceder a tener una tarjeta y les molesta este
mal uso de la tarjetas.”
Alguien llamó a esto la guerra de
los penúltimos contra los últimos, el germen del populismo de derechas.
Parece normal que los ricos no quieran pagar más impuestos para que se
redistribuyan hacia los pobres, pero que el segundo escalón más bajo,
los que trabajan y ganan menos de lo que necesitarían para vivir en una
ciudad como Barcelona, se ponga del lado de los ricos solo es
consecuencia del lavado de cerebro que les han practicado los primeros,
de las políticas equivocadas de rentas condicionadas y del
asistencialismo caritativo-paternalista (de profundas raíces
monoteístas) que impregna nuestra sociedad. Algo que podríamos cambiar
con una RB en donde también estas cajeras pudieran beneficiarse de ella o
incluso quedarse en casa hasta que su trabajo fuera mejor valorado.
Aprovechemos
esto para hacer un apunte más sobre la estigmatización y su derivada,
la culpabilización de los pobres. Estamos siguiendo el debate,
asombrados más que extrañados, sobre la ley de renta garantizada de
ciudadanía de Cataluña, como paso previo a una RB. Decimos asombrados
porque percibimos en algunos partidos políticos un ensañamiento
implícito con los pobres, a los que se les pone como condición
inexcusable para acceder a la renta garantizada la condición de que se
muestren activos (por no decir muy activos ) en las políticas de
inserción laboral, una especie de trabajos forzados posmodernos. Es un
ensañamiento similar al que nos llega a veces cuando se discute
acaloradamente si una madre soltera puede recibir una ayuda monetaria y
gastársela comprándole una chocolatina a su hijo o hija o abonándose a
un canal de televisión de pago para tenerlo entretenido solo en casa
mientras ella está haciendo un trabajo de mierda. Es la servidumbre,
digámoslo una vez más, de la perversidad propia de los subsidios
condicionados.
La dignidad humana, la confianza en el criterio de
los humanos para administrarse sus exiguos ingresos (una de las pocas
libertades que al menos deberían tener los pobres, a no ser que un
médico determine que no están en su uso de la razón), junto con la
evidencia empírica de la inutilidad de estas políticas condicionantes,
deberían ser suficientes motivos para un replanteamiento completo de
estas propuestas absolutamente intrusivas en la vida personal e inútiles
en la práctica. Añadamos la perspectiva de que el trabajo remunerado se
termina de la manera que lo hemos conocido en los últimos siglos, o el
necesario reconocimiento de las tareas domésticas no remuneradas, pero
absolutamente necesarias, para reforzar en nuestra opinión la inutilidad
e inconveniencia de los condicionamientos. En resumen, la RB permitiría
una recuperación de la dignidad humana de la gente más necesitada, de
los escalones más bajos en especial, dándoles libertad y confianza, lo
cual debería acompañarse de salarios dignos y buenas políticas activas
de inserción, y no de calificar a los beneficiarios como personas sin
escrúpulos que deben demostrar su arrepentimiento para darles una
caridad.
"Tendremos que hacer 45 millones de cheques cada mes". La
RB se puede cobrar mediante la nómina, pensión o subsidio de paro, de
la misma manera que se paga la retención del IRPF, incluida la parte
proporcional de los hijos dependientes. Esto reduce los cheques o
transferencias adicionales mensuales a un 10 por ciento de la población,
nada que no pueda asumir una administración potente como la nuestra. Y
el desincentivo al fraude fiscal sería evidente: el riesgo de declararse
insolvente para pagar las sanciones tributarias desaparece con la
posibilidad de embargo de la RB.
"Los millonarios también
cobrarían". Pues sí, pero ya hemos visto que si se financia con un nuevo
IRPF los ricos salen perdiendo en el cómputo neto RB + nuevo IRPF.
Actualmente los ricos ya cobran implícitamente muchas RB con las
reducciones y deducciones del IRPF (mínimos personales y familiares,
deducciones por planes de pensiones, por donaciones, etc.). Y muchas
deducciones del IRPF actual son regresivas.
“La
financiación propuesta perjudicaría a las clases medias”. Esta crítica
es ridículamente pobre. Es fácil e inmediata de responder: el problema
es el IRPF tal como lo tenemos hoy en día y el tremendo fraude fiscal
que constata este impuesto. Tomando como ciertos los datos que ofrece la
muestra del Instituto de Estudios Fiscales resulta que pierden las dos
decilas superiores, las dos decilas más ricas. Basta con acudir al
cuadro 7 para ver que un declarante cuyos rendimientos totales
consignados en el IRPF superen los 42.000 euros forme parte del 10% de
las personas declarantes más ricas y que una persona declarante que
supere los 55.000 euros está ya en el grupo del 5% más rico es un
problema no del modelo de financiación sino del enorme fraude fiscal que
hacen las personas más ricas. Un problema al que tendrá que hacer
frente no ya un proyecto de financiación de la RB, sino cualquier
reforma fiscal que quiera hacerse en beneficio de la mayoría de la
población no rica. Si nuestra propuesta de financiación hace perder a
las dos decilas más ricas según los resultados actuales con el fraude
mencionado, poca duda puede haber de que si las personas más ricas
estuvieran bien detectadas por el IRPF, o existiera un verdadero
impuesto sobre la riqueza o sobre sucesiones bien diseñado, la
financiación sería más fácil, el tipo único sería más bajo y algunos
sectores que se consideran medios que ahora salen perdiendo en nuestro
modelo con los datos vigentes, pasarían a formar parte de los ganadores.
Todo eso es elemental. Hasta trivial. Algunas opiniones que consideran
que nuestra propuesta perjudica a las clases medias, pretenden hacer
sugerencias más moderadas y alejadas de la RB con un resultado contrario
al pretendido: las mencionadas clases medias resultan más perjudicadas.
En cualquier caso, también hemos apuntado una fácil solución a este
respecto y, además la hemos cuantificado: un 0,6% del PIB, poco más de
6.200 millones de euros de financiación adicional al IRPF, eliminarían
los perdedores cuyos rendimientos brutos se sitúan por debajo de los
40.000 euros anuales. El exponente más tangible de dichas clases medias.
También
se nos ha hecho la crítica según la cual la RB debería ser financiada
no solamente mediante una reforma del IRPF sino mediante otros
impuestos. Nosotros disponíamos, tal como hemos explicado, de una
muestra de casi 2 millones de contribuyentes al IRPF aportados por el
IEF y por ese motivo se trabajó con este material. Pero es que
adicionalmente, permitía comprobar el enorme efecto redistribuidor de la
RB que dejaba el índice Gini al mismo nivel que las economías más
igualitarias del mundo. Pero es evidente que hay fuentes alternativas o
complementarias para financiar una RB. Por ejemplo:
*Revisión del
cálculo de las bases del IRPF (cambiando la estimación de rentas de
actividades económicas por módulos por estimación directa por ejemplo).
*Impuestos
adicionales: Impuesto a las Transacciones Financieras, impuestos
ambientales (actualmente los menores de toda la UE), revisión o
supresión del impuesto sobre el patrimonio y creación de un verdadero
impuesto sobre la riqueza.
*Revisión del IVA: eliminación de los tipos reducidos y compensación mediante RB (hasta 6.000 millones adicionales).
*Eliminación de los topes a la cotización a la S.S. (hasta 10.000 millones adicionales).
*Armonización Impuesto Sucesiones y Donaciones.
*Mejora en la lucha contra el fraude y la elución fiscales.
Y
recordemos que el Reino de España está hasta 8 puntos del PIB por
debajo del promedio europeo en recaudación fiscal, más de 85.000
millones de euros, cuando la renta per cápita de este Reino está rozando
la media europea. Con esto podríamos pagar la RB (incluso asegurando
que hasta como mínimo la decila 8, es decir el segundo 10% más rico de
ingresos de la población, nadie perdería, quedándose algunos así sin su
argumento de que “pierden algunos que no deberían perder”, aunque quizás
la confianza en la racionalidad no debiera ser excesiva visto lo
visto), cumplir con el déficit exigido por la UE (sin evaluar ahora su
grado de injusticia), revertir los recortes del PP, ponernos al día en
estado del bienestar y sostenibilidad generando millones de puestos de
trabajo y desarrollarnos científica y culturalmente como toda
racionalidad demanda. No debería ser una utopía, como todos los partidos
desde el PSOE hacia la derecha, y algunos representantes a su supuesta
izquierda, argumentan de manera indecente.
Incluso la crítica de
que eliminamos el tramo de las pensiones por debajo de la RB (para ser
substituida por ésta) en el cálculo de su financiación es tosca. En
primer lugar decir que los sistemas de pensiones de reparto están en
todas partes avanzando hacia sistema de financiación y cálculo mixtos de
las pensiones, con una parte fija o mínima no contributiva que no se
calcula en base a las cotizaciones de la vida laboral (como de facto ya
pasa en el Reino de España con los complementos de las pensiones
mínimas, las pensiones de viudedad, las de discapacidad o las no
contributivas) o por ejemplo las holandesas (el primer tramo de la
pensión de jubilación se calcula en función de los años de residencia en
el país, se haya trabajado o no). O también podemos hacer un cálculo
alternativo: paguémoslas enteramente y que contribuyan mediante el IRPF a
la financiación de la RB como el resto de rentas: las pensiones más
bajas saldrán ganando y se necesitará que los ricos paguen más (y aun
seguiríamos con una presión fiscal por debajo del promedio de la UE).
Finalmente,
merece un comentario particular la crítica según la cual "son mejores
los subsidios dirigidos a los pobres". Vamos a mirar esto en serio.
Lo
diremos claro y breve: los subsidios condicionados dirigidos a la
pobreza y a la insuficiencia de rentas son mejores que nada, sin duda.
Además: en el caso de la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) han alcanzado
unos niveles muy superiores a buena parte de Europa, incluso pueden
equipararse entre los mejores, otra vez sin duda. Pero son muy
ineficaces y pobres respecto a los objetivos propuestos por los propios
programas de los subsidios condicionados y se sitúan muy por debajo de
lo que la realidad demanda, por tercera vez sin duda.
Con mayor
detalle. La forma más breve y a la vez más contundente de mostrar la
evidencia de esta última afirmación es evaluando con algún detenimiento
el mejor programa de estas características que hay en el Reino de
España: el de la CAV. Empleando datos del propio gobierno vasco y el
informe demoledor que escribió a finales del 2015 un buen conocedor de
los más de 25 años de experiencia de estos subsidios en la CAV
(Uribarri, 2015), explicábamos en un artículo reciente (Arcarons,
Raventós y Torrens, 2016) que la política de renta para pobres, que ha
recibido diferentes nombres a lo largo del cuarto de siglo de
experiencia en la CAV, contiene tres tipos de prestaciones: renta de
garantía de ingresos (RGI), la prestación complementaria de vivienda
(PCV) y las ayudas de emergencia social (AES). Después de analizar los
resultados de "Las Encuestas de Pobreza y Desigualdades Sociales" (EPDS)
de 2012 y 2014 del mismo Gobierno Vasco, las conclusiones a las que
llega Uribarri son las siguientes.
• La pobreza de mantenimiento,
que mide la dificultad de hacer frente, con los ingresos que se
perciben, a gastos vitales, ha pasado del 5,7% en 2008, al 7,3% en 2012 y
al 8,2% en 2014 .
• La pobreza de acumulación (precariedad
relacionada con las condiciones de vida a largo plazo y que expresa la
forma más dura de pobreza económica), que se situaba entre el 3,65 y el
4,2% en el periodo 1996-2004, y que bajó mucho en el periodo 2008-2012
(1,5% y 1,4%, respectivamente en estos años), repuntó en 2014 al 2%.
•
En el período 2012-14 la crisis empieza a poner en duda los avances
observados hasta 2008, y aparecen por primera vez, desde que se realiza
la EPDS (final años 1980), procesos destacados de movilidad descendente
en Euskadi.
• Aunque el sistema RGI / PCV / AES sigue teniendo un
impacto positivo que previene el avance de las expresiones más graves de
la pobreza, contribuye a mantener en niveles bajos los indicadores de
percepción subjetiva de presencia del fenómeno, aparecen aspectos
estructurales que plantean dudas respecto al rendimiento futuro del
sistema de protección. La más significativa se vincula al incremento de
la población en riesgo que no accede al sistema de prestaciones: de
47.542 personas en 2008 a 50.313 personas en 2012 y 56.307 personas en
2014. Este colectivo representa el 27,1% del total de personas en
hogares en riesgo.
[11]•
En los últimos años, en este colectivo de personas en hogares en
riesgo, se acentúa la distancia existente entre los ingresos disponibles
y el umbral de riesgo de pobreza de mantenimiento. Así pues, esta
distancia pasa del 21,3% en 2008 a 24,9% en 2012 y 30,5% en 2014. La
situación de este grupo de personas, caracterizado sobre todo por el
acceso a los bajos salarios o bajas pensiones, tiende por tanto a
deteriorarse en términos comparativos respecto a la población
beneficiaria de la RGI.
• El informe FOESSA de 2014 muestra que la
RGI vasca no reduce la desigualdad de manera significativa, manteniendo
el índice de Gini por encima del 0,30 y con valores no muy alejados del
resto de CCAA con sistemas de rentas garantizadas condicionadas mucho
menos ambiciosos.
• En la CAV no ha fallado la gestión de un modelo
de rentas mínimas garantizadas y acondicionadas, ha fallado el modelo en
sí mismo. La alternativa es un modelo que se aparte de cualquier
exigencia de condicionalidad, sobre todo que se desate absolutamente del
empleo, que establezca un nivel de renta garantizada con carácter
universal e incondicional dotada con un importe superior al umbral de
riesgo de pobreza, única forma de erradicarla. Este es el modelo de los
que defendemos la Renta Básica incondicional.
Si este es el
balance del sistema de rentas condicionadas para pobres
indiscutiblemente mejor del conjunto del Reino de España, es fácil
imaginar para cualquier persona sin prejuicios como debe ser el de las
CCAA más deficientes. Y hay algunos estudios comparativos donde se
muestran con detalle las enormes diferencias. Ante el argumento de
"bueno, extendamos el modelo vasco que es mejor", hay un argumento más
racional: pongamos en marcha un modelo que garantice a toda la población
salir de la pobreza y que garantice su existencia material. ¿Por qué se
sigue proponiendo lo que ya se ha demostrado que, en el mejor de los
casos es insuficiente, y en el peor, tiene efectos perversos? Creemos
que se debe a varias razones, pero nos referiremos sólo a dos: una,
entre mucha gente se dispara el miedo a lo desconocido y, en
consecuencia, se prefiere lo conocido aunque sea deficiente; dos, hay
personas que, no estando conformes con la actual situación social y
económica, se limitan a proponer medidas que, según ellos, son realistas
porque son compatibles con las limitaciones que impone la UE. Esto ya
no es de recibo. ¿Realmente estamos dispuestos a aceptar este
razonamiento? Porque que la conclusión a la que lleva no ofrece dudas:
lo más "realista" es aceptar lo que actualmente está realizando la
actual UE. Y la UE, por cierto, no pide que estemos 8 puntos por debajo
de lo que "nos tocaría" en presión fiscal.
Finalmente, algunos
economistas del mainstream neoliberal empiezan a aceptar que una RB va a
ser inevitable ante las gigantescas transformaciones estructurales de
nuestro modelo económico. El reto es evitar que la RB que surja sea en
beneficio real de los que menos tienen y no un puro sistema
asistencialista más barato y eficiente económicamente (que lo es
también). Así una RB progresista o de izquierdas o en beneficio de la
mayoría social, como se prefiera, debería ir acompañada
(autorreforzarse) con:
-Salarios y condiciones laborales dignas en
todos los sectores, con ayudas y políticas activas de empleo selectivas
adicionales para los colectivos desfavorecidos y para la transición de
modelo productivo. Con sindicatos fuertes con caja de resistencia gratis
aportada por la RB.
-Un reparto equilibrado entre géneros y
generaciones de todos los tipos de trabajo, impulsando la buena nueva
economía y el bien común. Haciendo innecesario mercantilizar los
trabajos reproductivos para ocultar la incapacidad de generar empleos
reales.
-No rechazar los avances tecnológicos que eliminan empleos
y respetar los límites del planeta, creciendo y decreciendo allí donde
sea necesario y que los índices de crecimiento de la producción y el
gasto dejen de ser los indicadores estándar de bienestar.
-Cogestión,
superando las actuales formas capitalistas de propiedad y control.
Manteniendo una economía con mercados pero sin dictadura de los
mercados, que financie y retribuya justamente el espíritu emprendedor y
las innovaciones que mejoren el bienestar general y la sostenibilidad
del planeta.
-Un estado del bienestar reforzado que asegure la
accesibilidad a la vivienda, la educación, la sanidad, el soporte a la
autonomía personal y unas pensiones dignas
En caso contrario, si
parte de las fuerzas progresistas y sindicatos continúan oponiéndose a
la RB y poniendo parches a los sistemas de rentas condicionados que no
funcionan, podemos encontrarnos con que es muy posible que la RB se
implante desde los partidos neoliberales al estilo Friedman (llámese
Impuesto negativo de renta o complemento salarial):
-Con una
desfiscalización y desmantelamiento del estado del bienestar (la RB se
convierte en un cheque universal para comprar en el mercado los antiguos
servicios públicos que se privatizarán, generando nuevas desigualdades
de acceso y servicio)
-Con desregulación laboral y capitalismo
salvaje y más trabajos de mierda, aprovechando las tecnologías para
mutar hacia una nueva economía precarizadora de las condiciones
laborales y privatizadora del bien común.
-Sin avances en el
reequilibrio de tareas reproductivas y siguiendo instalados en el
paradigma del crecimiento eterno, que conforme se agoten los recursos
naturales derivará en el ecofascismo.
Debemos elegir… Sería
deseable que sobre la RB no se tarde demasiado en decir por parte de
muchos: "¡Ya dije desde el principio que era una buena idea!". El tiempo
dirá.
BIBLIOGRAFIA CITADA
Arcarons, Jordi, Daniel Raventós and Lluís Torrens (2014): “Feasibility of Financing a Basic Income” [en línea].
Basic Income Studies. Volume 9, Issue 1-2, Pages 79–93, ISSN (Online) 1932-0183, ISSN (Print) 2194-6094, DOI:
10.1515/bis-2014-0005
Arcarons,
Jordi, Antoni Domènech, Daniel Raventós y Lluís Torrens (2014): “Un
modelo de financiación de la Renta Básica para el conjunto del Reino de
España: sí, se puede y es racional”. SinPermiso.
http://www.sinpermiso.info/textos/un-modelo-de-financiacin-de-la-renta-bsica-para-el-conjunto-del-reino-de-espaa-s-se-puede-y-es.
Arcarons,
Jordi, Daniel Raventós y Lluís Torrens (2015a): “La Renta Básica y el
llamado rescate social. Las propuestas de Podemos, CCOO, UGT,
Ciudadanos”. SinPermiso.
http://www.sinpermiso.info/textos/la-renta-bsica-y-el-llamado-rescate-social-las-propuestas-de-podemos-ccoo-ugt-ciudadanos.
Arcarons,
Jordi, Daniel Raventós y Lluís Torrens (2015b): “El ‘trabajo
garantizado de Izquierda Unida y el ‘plan de garantía de rentas’ de
Podemos contra la pobreza: unas propuestas muy pobres”. Sin Permiso.
http://www.sinpermiso.info/textos/el-trabajo-garantizado-de-izquierda-unida-y-el-plan-de-garantia-de-rentas-de-podemos-contra-la.
Arcarons,
Jordi, Daniel Raventós y Lluís Torrens (2016): La Renta Básica
incondicional: una propuesta racional para el siglo XXI. (Respuesta a
algunas críticas). SinPermiso.
http://www.sinpermiso.info/textos/la-renta-basica-incondicional-una-propuesta-racional-para-el-siglo-xxi-respuesta-a-algunas-criticas
Bertomeu, María Julia (2005): “Republicanismo y propiedad”, El Viejo Topo, 207.
Bertomeu,
María Julia y Daniel Raventós (2006): “El derecho de existencia y la
renta básica de ciudadanía: una justificación republicana”. SinPermiso.
http://www.sinpermiso.info/textos/el-derecho-de-existencia-y-la-renta-bsica-de-ciudadana-una-justificacin-republicana.
Casassas,
David y Daniel Raventós (2007): “Propiedad y libertad republicana: la
Renta Básica como derecho de existencia para el mundo contemporáneo”,
Sin Permiso, 2.
Domènech, Antoni (2004):
El eclipse de la fraternidad, Barcelona: Crítica.
Domènech,
Antoni (2009): “Dominación, derecho, propiedad y economía política
popular. Un ejercicio de historia de los conceptos”, SinPermiso.
http://www.sinpermiso.info/articulos/ficheros/dominacion.pdf.
Dubois, Hans and Anna Ludwineck (2014): “Access to benefits”, Eurofound, Unpublished Working Paper, Dublin.
https://eminnetwork.files.wordpress.com/2014/12/eurofound-access-to-benefits-working-paper-october-2014.pdf.
Forget, Evelyn L. (2011): “The Town with No Poverty”, University of Manitoba.
https://public.econ.duke.edu/~erw/197/forget-cea%20(2).pdf
Raventós, Daniel (2007):
Basic Income. The Material Conditions of Freedom, London: Pluto Press.
Raventós, Daniel and Wark, Julie (2015): “Free Money for Everyone! What’s the World Coming To?”, Counterpunch.
http://www.counterpunch.org/2015/03/20/free-money-for-everyone-whats-the-world-coming-to/.
Raventós,
Daniel and Wark, Julie (2016): “Trabajo remunerado, trabajo doméstico,
trabajo voluntario y Renta Básica”, SinPermiso.
http://www.sinpermiso.info/textos/trabajo-remunerado-trabajo-domestico-trabajo-voluntario-y-renta-basica
Sommer, Maximilian (2016):
A Feasible Basic Income Scheme for Germany, Springer.
Torrens,
Lluís (2013): “¿Por qué sí a la renta bàsica universal? Por una salida
urgente de la crisis basada en la RB y el reparto del tiempo de
trabajo”, SinPermiso.
http://www.sinpermiso.info/textos/por-qu-s-a-la-renta-bsica-universal-po...
Uribarri,
Iñaki (2015): “No es una buena idea extender el sistema de rentas
mínimas condicionadas de Euskadi al conjunto del Reino de España”. Sin
Permiso.
http://www.sinpermiso.info/textos/no-es-una-buena-idea-extender-el-sistema-de-rentas-minimas-condicionadas-de-euskadi-al-conjunto-del
Van Parijs, Philippe (1991):
Qu’est-ce qu’une société juste?, París: Seuil.
(Una versión anterior de este artículo fue publicado en catalán en la revista Nota d’Economia núm. 103 con el título “La renda básica incondicional: una proposta racional per al segle XXI”: http://economia.gencat.cat/web/.content/70_economia_catalana/arxius/publicacions_periodiques/nota_d_economia/ne_103/NE_103_c12.pdf)
Notas:
[1]
Nombres que se han asociado al republicanismo histórico son, en la
versión democrático-plebeya: Efialtes, Pericles, Protágoras o Demócrito.
Y, en la versión oligárquica: Cicerón. Aristóteles tiene una posición
crítica con la versión democrática, pero no puede considerarse como un
defensor republicano oligárquico sin más.
[2]
El renacimiento moderno del republicanismo está relacionado, entre
otros, con Marsiglio de Padua, Maquiavelo, Montesquieu, Locke, Rousseau,
Kant, Adam Smith, Jefferson, Madison, Robespierre y Marx.
[3]
Debemos apuntar que el microsimulador diseñado permite diferentes
variantes. Una tarifa que puede contemplar hasta tres tramos progresivos
(por ejemplo rebajando el tipo para los ingresos más bajos y elevándolo
para los más altos), un umbral de riesgo de pobreza (una referencia
para establecer la cantidad de la RB) único para todo el Reino de
España, umbrales diferenciados (con RB correspondientes) para diferentes
comunidades autónomas, diferentes porcentajes para definir la RB para
los menores de edad e incluso reducciones porcentuales de los
rendimientos del trabajo para simular repartos del trabajo remunerado.
Sin embargo, aquí presentamos los resultados obtenidos con un tipo
único, una RB única para cualquier adulto y una RB a los menores
equivalente al 20% de la de los adultos.
[4]
El efecto redistributivo, una medida sintética para evaluar las
transferencias entre ricos y pobres que supone el impuesto,
prácticamente se duplica al comparar la cuota sin RB y con RB.
[5]
Los índices de Kakwani y Suits, utilizados para sintetizar el efecto de
la progresividad, aumentan 7 y 9 puntos porcentuales, cuando se
comparan las cuotas sin y con RB, respectivamente.
[6] Tal como pone de manifiesto el cuadro 7.
[7]
Para otras alternativas como el trabajo públicamente garantizado y el
pleno empleo en condiciones de trabajo decentes, necesitaríamos más
espacio del que disponemos en este artículo. Decir, no obstante, que en
el mejor de los casos, estas medidas por su extensión no serían
plenamente operativas antes de 20 años (entre desempleados,
trabajadores involuntarios a tiempo parcial o autónomos forzados,
desanimados y emigrantes, tenemos más de nueve millones de personas
adicionales que deberían beneficiarse de este trabajo garantizado o
pleno empleo, y eso sin contar los trabajadores que actualmente ganan
por debajo del sueldo garantizado que también querrían cambiar) y a un
coste inasumible; consecuentemente, no estaría mal que los que parecen
haberlas descubierto recientemente con gran entusiasmo empezaran por
reconocer que la RB es al menos una solución inmediata y racional.
[8]
Una encuesta específicamente realizada en Cataluña en el año 2015
muestra justamente que la objeción según la cual la "gente no
trabajaría" es más propia del prejuicio vulgar e incompetente que de la
fundamentación racional:
http://www.redrentabasica.org/rb/nueva-encuesta
-una-mayoria-social-catalana-por-la-lava-básica-la-poblacion-catalana-no-dejaria-de-trabajo-con-una-lava-básica/.
Una encuesta europea es aún más concluyente
http://www.basicincome.org/wp-content/uploads/2016/05/EU_Basic-Income-Po...
los europeos están a favor de la RB y están preocupados porque la gente
no quiera trabajar, pero cuando se les pregunta si ellos lo harían
responden que no en un 96% de casos.
[9]
Sommer (2016) es un libro reciente sobre la eventual implementación
de una RB en Alemania. El autor demuestra que la oferta de trabajo se
incrementaría con una RB. Forget (2011) es una revisión de los estudios
pilotos realizados en EEUU y Canadá en las décadas de los 60 y los 70, y
específicamente sobre la realizada en un pueblo de Manitoba (Canadá) y
sus efectos sobre la salud.
[10] En Torrens (2013) se desarrolla más esta relación.
[11]
El problema de la no accesibilidad a las rentas condicionadas no
universales es un problema generalizado y patente en informes europeos
como el de Dubois y Ludwinek (2014). De hecho un responsable de
servicios sociales del ayuntamiento de Barcelona lo expresó de forma
contundente: "antes de la crisis las personas que se acercaban a los
servicios sociales y manifestaban que cobraban el PIRMI se identificaban
como las personas más vulnerables de la sociedad, ahora las
identificamos entre las más afortunadas".
Nota d'Economia, num. 103. Generalitat de Catalunya